Esta actividad consistió en asistir a una conferencia que ofreció Inma Martín en el salón de actos de la Universidad Autónoma de Madrid con motivo de la semana cultural. He de decir, que cuando comenzó la conferencia y nos explicó brevemente sobre lo que iba a tratar no me llamó del todo la atención, pero ésto fue cambiando según me fui dando cuenta de la importancia que tiene el juego en el patio de la escuela y que nunca le había dado.
Lo que casi nadie sabe o no quiere saber, es que educación y juego van de la mano, por lo tanto el patio es un lugar muy importante en la escuela, ya que es el lugar donde los niños pueden desahogarse, disfrutar unos con otros, expresarse, liberarse... Por esto, resulta sorprendente que nadie le de importancia al patio como lugar físico, y que cada vez, mientras que la escuela ha ido adaptándose a las nuevas necesidades que han ido surgiendo, los patios siguen igual que antiguamente, o peor, ya que en la actualidad se limita a un campo de fútbol con un espacio mínimo al rededor de este. Se ha reducido su dimensión y empobrecido su morfología. Uno de los mayores problemas, a mi parecer, es que el patio está centrado de alguna manera en el juego con pelota, donde las niñas son invisibles, sin darnos cuenta de que cuando ésta desaparece, las actividades cambian, y las relaciones se diversifican y enriquecen.
Este espacio, tiende a percibirse por los maestros que se hacen cargo como un espacio de conflicto que hay que intentar minimizar. Ésto es erróneo ya que hay que tener en cuenta que el espacio de aprendizaje es todo, no solamente el aula en el que los niños están quietas y callados, porque aunque los niños pasen muchas horas al año así, resulta sorprendente las horas que pasan al año en el patio del colegio, y que podríamos usarlo de una manera más inteligente en la que dejásemos a los niños jugar libremente, lo que para ellos supone: libertad, ilusión, creatividad, empatía... un montón de sentimientos muy positivos para el ser humano que se desarrollan a través de la principal actividad de la infancia, porque cuando un niño juega, juega porque le apetece y le sale de dentro, nadie puede obligar a jugar a nadie, y, a demás, es una actividad gratuita, y que tiene como beneficios, entre otros, creatividad, tolerancia, iniciativa,adaptación, etc.
El educador adopta un rol en el juego, que consiste en programar, planificar, acompañar, enriquecer, evaluar, mejorar... Y sobre todo facilitar la resolución de conflictos y transmitir interés, estando dispuesto a participar.
A demás, Inma, durante la conferencia nos propuso cuatro juegos para realizar allí mismo, tres de ellos por parejas, y el último participando toda la clase, y creo que de este modo y sin nosotros darnos cuenta, a través del juego, consiguió que todos saliésemos allí con una muy buena sensación, y con una mentalidad totalmente distinta a la que habíamos entrado ya que, aprendimos la grandísima importancia que tiene para un niño algo tan simple como el juego. Y, a demás, inconscientemente nosotros sacamos de alguna manera el niño que seguimos llevando dentro, dejando a un lado la vergüenza y disfrutando de cada actividad que realizamos aquel día.
Creo que nosotros, como futuros docentes, debemos respetar el espacio de los pequeños para jugar, aunque bajo nuestra supervisión, pero dándole la importancia que merece.
En este caso, no hay mejor aplicación pedagógica que que seamos nosotros mismos, los docentes, los que fomentemos que nuestros alumnos disfruten en el patio, luchar por ampliarlo, porque se añadan nuevos espacios, etc.
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